A propósito de Rey….. y de la limpieza…..
Andaban por ahí los limpiadores de Palacio. Lleno como estaba de cuadros antiguos, esculturas y armaduras, un día, observaron que de uno de los cuadros de la galería principal, uno en el que aparecía el rey, sosteniendo el cetro junto a su hijo el príncipe y algunos de sus cortesanos, había desaparecido el rey.
No le dieron mucha importancia, y pensaron que se habían equivocado, pero después de un rato , al pasar de nuevo por allí y observar que el cetro, abandonado por el rey, se había inclinado, se preocuparon un poco, y más aún cuando vieron que la inclinación del cetro aumentaba, y que a ese ritmo, en unas horas acabaría cayendo y golpeando la cabeza del príncipe.
Comenzaron entonces a buscar al rey del cuadro por todas partes, hasta que finalmente lo encontraron en los baños de Palacio, dándose tranquilamente un estupendo ídem de espuma en la más grande de las bañeras. Claro, se quedaron sin palabras, y al ver su asombro, el rey les explicó que llevaba demasiados años colgado en las paredes de aquel Palacio sin que le hubieran limpiado el polvo ni una sola vez, y que estaba ya tan sucio que no podía aguantar ni un rato más sin darse un baño. Sin prisa, pero sin pausa, los trabajadores le contaron al rey lo que estaba a punto de pasar con el cetro y el príncipe. El rey se apresuró a volver a su sitio, dándoles las gracias por el aviso y rogándoles que llamasen a BRILL LIMPIEZAS para que se encargaran de limpiar de vez en cuando los cuadros.
Dicho y hecho, porque desde aquel día, es BRILL LIMPIEZAS quien cuida y limpia cada uno de los cuadros y esculturas de Palacio, y así, ningún miembro de la Casa Real habrá de saltar a la realidad a darse un baño.